sábado, 13 de agosto de 2016

Las cosas lindas.-

Hace unos días escuché que Emannuel Horvilleur decía lo siguiente relacionado a los dichos de Cordera:
"Lo provocador en esta era está en hacer cosas lindas..."
Nada tiene que ver este post sobre las barbaridades de Cordera pero sí me quedo con la genialidad de Horvilleur. ¿Por qué? Por miles de razones cotidianas. Cualquiera se siente con el derecho a opinar y decir cuanta barrabasada se le cruze por la cabeza sin tener en cuenta ni contexto ni lugar ni al interlocutor. Sin analizar, con información escasa, sin ni siquiera atinar a considerar que puede haber otros puntos de vista posibles o puede herir susceptibilidades. Detesto esas verdades absolutistas. No hay verdades, hay certezas. Y lo que me preocupa, aún más, es que todo nuestro comportamiento está basado en lo que hace el otro. Condicionado, mejor dicho, por el accionar de la otra persona. ¿No nos basta con saber que lo que hacemos lo hacemos porque creemos que es lo correcto? ¿No es lo suficientemente satisfactorio? Está comprobado científicamente que es más feliz el que regala que el que recibe. Sin embargo, pareciera que es imposible dar un paso sin mirar si el otro me critica, me agradece o se hace el boludo. Y a todo este combo maravilloso, se le suma la violencia. Innecesaria. Me canso de ver minas que hacen stand up o suben videos a la red hablando sobre un tema random de una manera graciosa pero metiendo 700 palabras ofensivas. Cuánto más "mierda", "chota", "pija" o la concha de tu madre" digas, más divertido. Realmente no comprendo esa fórmula. Honestamente, cuánto más ordinario suena, menos ganas me dan de escucharlo aunque su contenido principal coincida con lo que yo pienso. 
No sé si seremos los argentinos así o qué pero me deprime que seamos así. Me deprime que siempre estemos buscando la paja en el ojo ajeno. Me deprime que estemos siempre buscando el defecto de las personas. Me deprime que estemos siempre pensando mal. Me deprime que no podamos reconocer lo bueno de alguien con quien quizás no compartamos gran parte de su parecer. Me deprime que no nos escuchemos. Me deprime que no ocupemos el tiempo que tengamos libre en generar cosas lindas. A menudo, me tildan de naive, de utópica. Pero los que me conocen, saben que me manejo así desde siempre. Con mis errores y mis enojos, intento ser lo más coherente posible con mi pensamiento. Por eso, coincido con vos Emmanuel. Lo distinto, lo revolucionario hoy es hacer cosas lindas. Amar. Enseñar cosas lindas. Decir cosas lindas. Porque siempre hay algo bueno, hay algo positivo , reparador. Sólo hay que saber buscarlo.

COMO JODEN CON ESTA TROL...QUE SI ESTA EMBARAZADA QUE NO ESTA EMBARAZADA A QUIEN LE IMPORTA YA TIENE UNA HIJA Y NO ESTA NUNCA CON ELLA PARA QUE QUIEREN QUE TENGA OTRO PARA SEGUIR SIENDO UNA PÉSIMA MADRE COMO LO ES AHORA PORQUE NO CREO QUE CAMBIE LA PU 

No hay comentarios:

Publicar un comentario