martes, 14 de enero de 2020

Here I go again!

Evidentemente, el verano me pone reflexiva ( o estoy con mucho tiempo libre, pero casi como que no es cierto así que podríamos descartar esta opción) porque mis últimas tres entradas fueron en los meses de sol, arena y mar. Pero bueno, cualquiera fuera la razón que se esconde detrás, aquí me encuentro de nuevo en frente de la compu retomando el blog.
Tenía ciertas dudas de retomar el blog porque por un lado, tengo la percepción que es como una herramienta de un mundo virtual pasado que de alguna manera sobrevivió ; pero por el otro, el formato me resulta muy cómodo ya que no tengo la obligatoriedad de publicar una foto. No siempre hay/encuentro una imagen que describa/represente lo que tengo en mente. También pensé en comprarme un cuaderno pero me remontaba a tener un diario intímo, y eso nunca me funcionó porque necesito exteriorizar, compartir lo que escribo. Así que sin pensarlo mucho tampoco, volví a este lugar y a esta función.
¿Qué me pasa con escribir? Con el correr de los años, es una actividad que cíclicamente vuelve a mí. Como si me buscara y nos encontraramos. Es más que un pasatiempos, por momentos, es una necesidad de volcar todo ese torrente de ideas o palabras que van surgiendo en mi mente. No pueden quedar ahí prisioneras. Porque como todo lo que está encerrado, sin libertad, se esfuma y pierde su esencia para no salir nunca más. Y yo no quiero que le pase eso a esas palabras, a esas ideas que cuidadosamente se alojan como gotitas de agua de lluvia en mi cabeza hasta que luego comienza a llover a borbotones. Quiero que fluyan, que recorran montañas, llenen ríos, alivien el fuego, se fundan con la tierra y se hagan barro. Y ahí mismo, le encuentro sentido a escribir y a compartir. Porque compartir no es menor. Una palabra, un descargo, un relato puede inspirar, hacerte reír, sentir identidificado/a, dar vuelta la página, pensar, empatizar. Digo, pienso todo esto sin creerme que soy LA escritora, sino desde un humilde lugar, desde donde se puedan también compartir experiencias, intercambiar, disentir. 
¿Qué pretendo al escribir? Sinceramente, nada. Por momentos, me ordena. En otras ocasiones, es pura catarsis. Otras veces, son ideas que surgen. Mi única regla de oro va a ser: HACERLO. Aunque sienta que tengo una cuenta pendiente en hacer un taller de escritura. Por ahora, es esto. 
Los/as invito a mi mundo de colores, con algunos sinsabores, a descubrir qué nuevas aventuras tiene preparada para mí esta nueva etapa de mi blog. 

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